En un
momento histórico en el que la comunicación y la publicación de
opiniones es tan sencilla, un proceso como la revisión por pares,
que en ocasiones puede resultar opaco o incluso desconocido a alguien
ajeno a la ciencia, se mantiene esencial para la ciencia. El hecho de
que la nueva ciencia generada en un área (ya sea para su publicación
en revistas o para su financiación) únicamente sea evaluada por los
expertos de la misma, no parece descabellado. Al fin y al cabo, serán
los más indicados para encontrar fallos, sugerir mejoras y, en
general, apreciar la importancia de la nueva aportación. Sin
embargo, la revisión por pares también tiene su fallos y con la
facilidad en la comunicación actual también surgen mejoras o
alternativas.
El principal punto débil del proceso
es precisamente el factor humano, el cual resulta ser esencial. Si
bien en un principio la revisión debe realizarse bajo la mirada
atenta de un científico en base a la razón objetiva. Sin embargo,
el propio científico tiene sus opiniones, aún más si debe ser
experto en el tema, de forma que puede tener afinidad o aversión
hacia el proyecto, la teoría defendida o el propio investigador. Y
no sólo eso, sino que la influencia también puede llegar desde el
propio editor, puesto que su negocio está en las publicaciones y
cuantos artículos llamativos y autores reconocidos publiquen en la
revista, mejor le irá. En ocasiones, los artículos también pueden
dar lugar a notas de prensa con mucha repercusión en los medios, lo
cual puede ser de interés para la revista (aquí se podría hablar
incluso de cómo se tratan las noticias científicas desde los medios
de comunicación masivos). Así pues, sería interesante evaluar cómo
afecta la revisión por pares a, por ejemplo, científicos más
jóvenes, las instituciones de investigación menos prestigiosas,
según el país de origen del científico o incluso a las nuevas
ideas (uniendo con lo visto anteriormente sobre Kuhn y la aceptación
de la ciencia revolucionaria). Por último, el proceso también puede
resultar lento y suponer una gran inversión de tiempo por parte de
los investigadores. Si bien en este párrafo se ha hablado
principalmente sobre publicaciones, se puede aplicar lo mismo a la
revisión realizada para la obtención de financiación.
Un ejemplo interesante de un fallo de
la revisión por pares está en la fuente de Nature,
donde se explica que un
artículo publicado en Science
recibía amplias críticas de investigadores mientras los medios de
comunicación se hacían eco de la publicación. La pregunta entonces
es, ¿cómo puede ser que un artículo así haya pasado la revisión
por pares teniendo en cuenta las críticas recibidas al método que
emplea? Este, no obstante, es sólo un fallo de los muchos que se producen, es decir, no es un sistema infalible (lo que tampoco significa que otros sí lo sean).
Por
tanto, la revisión de los artículos científicos es obviamente
necesaria, la cuestión es cómo se realiza y cómo puede mejorarse.
En la actualidad, ante las
revisiones por pares opacas que realizan algunas publicaciones, otras
han comenzado a abrir estos procesos, mostrando la comunicación
entre las distintas partes o incluso posibilitando la participación
externa. Sin duda, estos son los primeros pasos para actualizar una
parte esencial de la ciencia.
¡Bien analizado!
ResponderEliminarHay quien está proponiendo alternativas orifinales, como una valoración a posteriori, es decir, publicar todo lo que reciba la revista y abrir un apartado de "likes" (tipo facebook) con comentarios, de forma que el trabajo pueda ser juzgado no solo por dos o tres expertos escogidos sino por todos los interesados. Tendría que estar restringido a usuarios registrados (científicos validados de alguna forma). Esto también plantea muchos problemas, pero no deja de ser una propuesta interesante para los tiempos que corren.